Para
hacer la fondue se utiliza una cazuela especial ( le caquelon)
con un fuego debajo que mantiene el calor de forma constante. Una vez
la mezcla realizada y fundida, los comensales mojan trozos de pan
cortados en el queso, dándoles vueltas hasta que el pan está
empapado.
Los
trozos de pan se pinchan con unos tenedores especiales para fondue
que son muy largos y con una marca que diferencia cada uno, para que
los comensales no los confundan.
Mientras
se moja el pan hay que ir dando vueltas a la fondue para que no se
espese pero al final, aparece una capa más sólida en el fondo que
se llama "la religieuse" (la religiosa). Se
considera lo mejor pero es difícil de despegar. Para ello, hay que
echar la yema de un huevo en el recipiente.
También
existe la fondue au chocolat , hecha con chocolate negro en lugar de
queso y en la que se mojan trozos de fruta en vez de trozos de pan.
Comer
una fondue es una acto social muy divertido porque los comensales
pierden a veces su trozo de comida dentro de la cazuela. Y
entonces.... tienen que pagar una prenda.